Las valoraciones de las empresas de inteligencia artificial siguen subiendo como cohete, y claro, más de uno ya empezó a preguntarse si estamos ante una nueva burbuja tecnológica. Pero antes de entrar en pánico y revivir los traumas del 2000, los expertos piden calma: esto no es la puntocom, señoras y señores.
Vasant Dhar, profesor de negocios y ciencia de datos en la Universidad de Nueva York —y sobreviviente de la gran explosión tecnológica de hace dos décadas— lo dice sin rodeos: aquello fue un carnaval de compañías sin ingresos que se desplomaron casi al unísono. Hoy, en cambio, quienes llevan la batuta son pesos pesados como Nvidia, Microsoft, Google, Meta y Amazon. Sí, los mismos que juegan en la liga de los billones.
Estos titanes no están apostando a ciegas: invierten ganancias reales en infraestructura real. En pocas palabras, no son castillos de arena; son rascacielos construidos con ladrillos de silicio.
De hecho, Nvidia acaba de demostrarlo con resultados financieros que hicieron saltar aplausos: ingresos gigantescos y una expectativa de ventas que sigue apuntando hacia arriba. Su director ejecutivo, Jensen Huang, se ríe un poco de la idea de “burbuja” y asegura que lo que ellos ven es otra cosa muy distinta… algo más sólido.
Y luego está OpenAI, la estrella del momento, que planea perder dinero ahora para ganar más después. Mucho más. Sus gastos se disparan mientras arma la infraestructura necesaria para sostener el boom de la IA. ¿Es arriesgado? Sí. ¿Es raro? No tanto en este sector. El debate más jugoso está en la “financiación circular”: Microsoft invierte en OpenAI, OpenAI usa la nube de Microsoft, y así vamos todos agarrados de la mano.
Pero si hay un lugar donde podría haber señales rojas, es en el reino de las startups: ideas brillantes, equipos de veinteañeros hiperambiciosos y millones de dólares que aparecen casi de la nada. Allí sí puede haber proyectos que no lleguen a la meta.
Aun así, los expertos coinciden en algo: la IA no es una moda pasajera. Es una ola que sigue creciendo, y aunque algunos proyectos se queden en el camino, la tecnología seguirá empujando a toda velocidad.
Como dice Yoni Assia, cofundador de eToro: los mercados son así, emocionales, aventureros y un poco dramáticos. La clave, aconseja, es entender dónde se pisa.
Así que, ¿burbuja o no? Quizá lo sabremos más adelante. Por ahora, la fiesta de la IA sigue, los gigantes continúan invirtiendo y las startups… bueno, ellas siguen soñando en grande.