Este 7 de mayo de 2025 se marca el inicio de uno de los eventos más importantes para la Iglesia Católica: el cónclave papal, en el que 133 cardenales se reunirán para elegir al nuevo Papa.
Desde primeras horas de la mañana, el Vaticano ha sido el centro de atención mundial mientras los cardenales, en una solemne y silenciosa procesión, se dirigen hacia la Capilla Sixtina, el lugar sagrado donde se llevará a cabo la histórica votación.
13:01 hrs
La primera fumata del Cónclave es negra.
Continuan las votaciones de los cardenales.
11:35 hrs
Según reportes de la policía de Roma, más de 30 mil personas ya se han congregado en el lugar y no se descarta que el número aumente conforme avance la jornada.
La multitud, armada de paraguas, celulares y banderas, sigue de cerca los rituales del cónclave en busca de una señal: el humo que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina.
Como dicta la tradición, la señal será clara: si el humo es negro, significará que no se ha alcanzado consenso y el proceso continuará. Pero si es blanco, el mundo sabrá que hay un nuevo pontífice.
Mientras tanto, los asistentes se mantienen en vigilia, con los ojos puestos en el cielo del Vaticano, a la espera de un momento que podría marcar la historia de la Iglesia católica.
10:00 hrs
Monseñor Diego Ravelli, pronunció la tradicional fórmula en latín «Extra omnes» —que significa «fuera todos»—, ordenando la salida de todos los no participantes del proceso.
Con ello, las puertas de la capilla fueron cerradas y los 133 cardenales electores quedaron oficialmente encerrados para comenzar la deliberación.
Los purpurados, todos menores de 80 años, deberán alcanzar al menos 89 votos (dos tercios del total) para que uno de ellos sea proclamado como nuevo pontífice.
La primera votación está prevista para realizarse este mismo día, y su resultado se anunciará mediante la tradicional «fumata» desde la chimenea del techo: humo blanco si hay elección, negro si aún no hay consenso.
09:44 hrs
Comenzó el retiro de las personas presentes en el Vaticano, con el objetivo de que solo los 133 cardenales permanezcan dentro de la zona donde se desarrollará el Cónclave.
A partir de este instante, las puertas de la Capilla Sixtina se cerrarán y los cardenales se retirarán para comenzar las deliberaciones a puerta cerrada, cumpliendo con la tradición del Cónclave.
09:23 hrs
Cardenal Álvaro Ramazzini, presta su juramento de secreto en el inicio del Cónclave 2025.
Entre cánticos en latín y el peso de la historia, el cardenal coloca su mano sobre los Evangelios y pronunciando las palabras: “Y yo (nombre), cardenal (apellido), prometo, me obligo y lo juro. Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”.
Con este ritual, se da inicio formalmente a la elección que definirá al líder de la Iglesia Católica.
09:00 hrs
Los 133 cardenales reunidos en el Vaticano dieron inicio formal al cónclave con la ceremonia de invocación al Espíritu Santo.
En este momento, uno a uno y por orden de antigüedad, los cardenales están prestando juramento de secreto absoluto sobre todo lo que ocurra dentro del cónclave.
Con la mano sobre los Evangelios, cada uno pronuncia la fórmula tradicional: “Y yo… prometo y juro. Que Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”.
08:45 hrs
El desfile hacia la Capilla Sixtina
Con el característico hábito coral, los cardenales marcharon por los pasillos del Palacio Apostólico hacia la Capilla Sixtina, uno de los espacios más emblemáticos del Vaticano.
Una vez dentro de la Capilla Sixtina, los cardenales seguirán un ritual de estricta confidencialidad. Después de ser cerrados a la vista del mundo exterior, se procederá a la votación para elegir al nuevo Pontífice.
El proceso se lleva a cabo de acuerdo con las reglas tradicionales, que incluyen la observancia de una estricta hermeticidad y silencio.
Los cardenales votarán en privado, y el resultado será revelado al mundo a través del tradicional anuncio de la fumata en la chimenea del Vaticano: si es blanca, el nuevo Papa ha sido elegido; si es negra, el cónclave continuará hasta que se alcance un consenso.