Mientras los 133 cardenales electores deliberan a puerta cerrada dentro de la Capilla Sixtina, el mundo entero observa una simple chimenea. Es ahí donde, según la tradición centenaria, aparecerá el humo que revelará si hay nuevo Papa… o si el cónclave continuará.
Este miércoles 7 de mayo, mientras se lleva a cabo la primera votación del cónclave 2025, una gaviota se ha posado sobre el conducto de humo en el techo de la Capilla Sixtina, convirtiéndose —como ya ocurrió en 2013— en inesperada protagonista de la jornada. Cientos de cámaras enfocan el lugar, miles de personas aguardan en la plaza de San Pedro, y millones más siguen la transmisión en vivo con una mezcla de fe y expectativa.
El momento es solemne, pero la presencia del ave también le da un matiz poético. “Una señal del cielo”, bromean algunos fieles, mientras otros la ven como símbolo de paz y esperanza en medio de la incertidumbre.
Por ahora, todo es silencio en la plaza. El humo aún no se alza, pero la atención no se ha desviado un segundo del tejado donde la historia podría comenzar a escribirse en cualquier momento.