La pasión por la Selección Nacional de Guatemala ha sido un hilo constante en la vida de muchos guatemaltecos, pero no siempre se ha vivido de la misma manera.
En dos décadas, la forma de apoyar a la Bicolor ha evolucionado con los tiempos, con el corazón intacto, pero con nuevos rituales, cábalas digitales y hasta memes que ahora son parte del folclore futbolero chapín.
Antes: radios a todo volumen y banderas en la ventana
En los 2000, apoyar a la Sele era casi un evento de barrio.
Las radios portátiles sintonizadas en La Red 106.1 eran infaltables.
Algunos clavaban la bandera azul y blanco en las paredes o la amarraban con pinzas en las ventanas del bus, mientras otros quemaban cohetes cada vez que anotaba Pezzarossi o Plata.
La camiseta oficial era difícil de conseguir y, en su lugar, muchos usaban camisetas blancas con el nombre de Guatemala escrito a mano, o simplemente ondeaban una toalla azul.
Ahora: camisetas originales, TikToks y cábalas colectivas
En la actualidad, ver un partido de la Sele no es solo sentarse frente a la tele. Es una experiencia compartida en redes sociales, con publicaciones en vivo, TikToks de goles narrados a lo «chapín style» y memes al segundo. La camiseta oficial se consigue fácilmente —y muchos la tienen en versión retro, réplica o personalizada con su apellido—.
Y las cábalas también evolucionaron: algunos no se cambian los calcetines si ganamos, otros solo ven el partido desde cierto sillón, y muchos aseguran que si no publican una historia con el escudo, «la Sele no gana».
@yosoyeliasgt 1% de posibilidades 99% de fe 🇬🇹❤️#selecciondeguatemala #guatemala🇬🇹 #guate #mundial2026 #fifa#guatemala🇬🇹viral🇬🇹#fyp ♬ sonido original
La nueva forma de apoyar
Hoy, apoyar a la Sele es un acto multicanal.
Se grita desde la grada, desde el comedor de la casa, desde un bus, desde un TikTok viral.
Se lleva la camiseta, el corazón en la garganta y el WiFi listo para postear el “¡GOOOOL DE GUATEEEE!”
Y aunque los formatos cambien, lo cierto es que hay algo que no se negocia: el orgullo de ver correr a once chapines defendiendo el azul y blanco, y la esperanza de que, esta vez sí, ¡llegamos al Mundial!