El clima caluroso de Semana Santa puede convertirse en el peor enemigo del maquillaje si no se eligen bien los productos y técnicas adecuadas.
Y es que estar bajo el sol, asistir a procesiones, pasear en la playa o participar en actividades al aire libre no significa que debas renunciar a lucir radiante.
La clave está en optar por un maquillaje fresco, natural y ligero, que permita que la piel respire, pero que también resista el sudor y las altas temperaturas.
Los expertos en belleza recomiendan preparar bien la piel antes de maquillarla.
Un buen hidratante y, sobre todo, protector solar son indispensables para proteger el rostro.
Luego, lo mejor es olvidarse de las bases pesadas y optar por productos de cobertura ligera como BB Cream, CC Cream o simplemente un poco de corrector en las zonas necesarias. Para evitar el brillo excesivo, los polvos traslúcidos se convierten en el mejor aliado, aplicados solo en la zona T para mantener un aspecto natural.
El efecto sunkissed o rubor “besada por el sol” está marcando tendencia este 2025 y es perfecto para esta temporada. Se recomienda utilizar rubores en crema o líquidos que se funden mejor con la piel y aportan un acabado más fresco.
En cuanto a los ojos, el delineador y la máscara de pestañas a prueba de agua no pueden faltar si no quieres que el calor o el sudor arruinen tu look. Y para los labios, los tonos nude, coral o rosados con acabado gloss o hidratante son ideales para mantener un look natural y jugoso.
Un paso que no debe olvidarse es el fijador de maquillaje, que ayuda a mantener todo en su lugar por más tiempo. Y al final del día, es fundamental desmaquillarse correctamente y volver a hidratar la piel para evitar resequedad o imperfecciones.
Porque sí, en Semana Santa el mejor maquillaje es aquel que te hace lucir fresca, cómoda y natural, pero lista para cualquier foto o momento especial, sin que el calor se convierta en un problema.