Sí, estamos en nuestros días… y merecemos descanso, chocolate y cero juicios


Que levante la mano quien no haya querido esconderse bajo las cobijas con una bolsa de agua caliente y una tableta de chocolate cuando llega “ese” momento del mes.

Los días de dolor menstrual son una realidad que muchas viven en silencio, entre reuniones, clases, tráfico y una tonelada de expectativas sociales que no paran ni cuando el útero está en modo terremoto.

Pero hablemos en serio: los cólicos no son un invento, y no, no estamos exagerando.

Se estima que 8 de cada 10 personas que menstrúan experimentan algún grado de dolor cada mes, y en muchos casos, ese malestar puede ser incapacitante.

Y aunque el mundo sigue girando, el cuerpo pide a gritos una pausa.

Por eso, cada vez más empresas, instituciones educativas y gobiernos alrededor del mundo están poniendo sobre la mesa un tema urgente: la licencia menstrual.

¿Por qué no dar el espacio para descansar, recuperarse y no tener que rendir como si nada pasara cuando el cuerpo está librando su propia batalla interna?

Mientras tanto, si estás en tus días, no te sientas culpable por bajar el ritmo. Está bien decir que no, cancelar planes, usar ropa cómoda o incluso pedir delivery solo porque no querés cocinar. También está bien llorar por un comercial de perritos o maratonear tu serie favorita sin culpa.

El autocuidado en estos días no es un lujo, es una necesidad. Así que sacá esa manta suave, el té de manzanilla, el chocolate (negro, blanco o con almendras, todo vale), y recordá: no estás sola, no estás exagerando, y sí, merecés todo el descanso del mundo.