¡Agárrense, fans del reality! La última temporada de Yo me llamo dejó talentos increíbles, imitaciones de infarto… y ahora un escándalo con sabor a traición que tiene a todo el mundo hablando.
¿Los protagonistas? Andrea Correa, la imitadora de Shakira, y Klissman Moncada, el doble de Maluma. Lo que empezó como una amistad (y hasta se rumoraba que había química) terminó en acusaciones de estafa, enredos financieros y mucha decepción.
“Maluma” pidió plata… y no volvió
En una entrevista reciente con el programa La Red, Andrea soltó todo: le entregó 20 millones de pesos colombianos a Klissman para invertir en un negocio digital que, según él, prometía ganancias diarias.
Spoiler: el dinero no volvió (o al menos, no completo).
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La imitadora de la barranquillera contó que al principio todo pintaba bien, pero luego comenzaron las excusas: que hacía falta más dinero, que aún no arrancaba el negocio, que tenía problemas con el banco… y de ahí, todo se puso turbio.
¿Estafa o malentendido?
Por su parte, Klissman también habló en cámara. Aceptó que usó parte del dinero para cubrir gastos personales, especialmente por la salud de su mamá. Además, dijo que intentó reinvertir lo demás, pero que todo se perdió.
Eso sí, afirma que ya le ha devuelto siete millones y sigue pagando poco a poco. Andrea, por su lado, asegura que el trato no era ese… y que perdió la confianza por completo.
Lo que más duele, dicen los fans, es que la dupla era una de las más queridas del show. Ahora, entre indirectas, cuentas pendientes y apariciones en medios, queda claro que este chisme todavía tiene tela que cortar.
¿Moraleja? Ni siquiera cuando se llama como tu artista favorito te garantiza que no termines con el corazón (y la cuenta) vacía.