La Selección Nacional de Guatemala se prepara para un desafío que va más allá del fútbol. Este viernes 10 de octubre, cuando enfrente a Surinam en el estadio Dr. Franklin Essed, en Paramaribo, el clima podría convertirse en un rival adicional.
Las previsiones apuntan a una tarde con altas temperaturas, humedad intensa y posibilidad de lluvia justo en el horario del encuentro.
Según los reportes meteorológicos locales, el termómetro rondará los 32 grados Celsius al inicio del partido, programado para las 15:00 horas (hora de Guatemala).
A eso se suma una humedad cercana al 80 %, lo que hará que la sensación térmica sea todavía más alta.
Estas condiciones podrían exigir una resistencia física superior y obligar a realizar pausas constantes de hidratación durante el desarrollo del juego.
Además del calor, se espera que lluvias repentinas e intermitentes afecten la primera parte del encuentro. De producirse, el césped sintético del Franklin Essed podría tornarse resbaladizo, alterando el control del balón y favoreciendo errores en las transiciones rápidas.
Para la Selección Nacional, acostumbrada a jugar en superficie natural, esta combinación representa un reto técnico importante.
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Conforme avance la tarde, el pronóstico indica que el cielo se mantendrá nublado y pesado, con temperaturas descendiendo levemente hacia los 30 grados.
Ya por la noche, se prevé una mejora de las condiciones, con cielo parcialmente despejado y un ambiente más fresco, cercano a los 28 grados, aunque eso ocurrirá cuando el encuentro ya haya finalizado.
La logística del equipo guatemalteco también deberá considerar la hidratación constante y la rotación de jugadores, especialmente en la segunda mitad del partido, cuando el desgaste físico podría notarse más.
En estas condiciones, el manejo del ritmo y la posesión del balón podría ser determinante para evitar el desgaste prematuro.
Aunque el viento no se proyecta como un factor relevante, las ráfagas ocasionales podrían interferir con los balones aéreos, en especial durante o después de las lluvias.
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De cualquier forma, tanto Guatemala como Surinam deberán adaptarse rápidamente al ambiente tropical de Paramaribo, donde el clima cambia en cuestión de minutos.
Entre calor, humedad y probabilidad de lluvia, el compromiso promete ser exigente no solo en lo táctico, sino también en lo físico. En ese escenario, la preparación y la resistencia podrían ser las verdaderas armas que definan quién se queda con los tres puntos en este nuevo capítulo rumbo al Mundial 2026.