James Cameron y el “susto marino”: cuando medio equipo de Titanic terminó drogado con crema de almejas


Sí, leíste bien. Titanic, esa obra maestra del cine romántico y trágico que nos hizo llorar con el “¡Nunca te soltaré, Jack!”, también tuvo su propio naufragio… pero en tierra firme y con ingredientes bastante más alucinógenos.

Todo ocurrió un 29 de agosto de 1996, cuando el equipo de la película —más de 80 personas— acabó en un hospital de Nueva Escocia con síntomas que, en principio, parecían ser de una simple intoxicación alimentaria. La sospechosa: una inocente crema de almejas, muy típica de la zona. Pero la realidad fue más de ciencia ficción que de drama romántico: ¡habían sido drogados con PCP, también conocido como polvo de ángel!

titanic

Entre los afectados estaba nada menos que el mismísimo James Cameron, quien, al ver el caos desatado en el set, optó por provocar el vómito para minimizar el efecto de la sustancia. Aun así, no salió del todo ileso. Según Lewis Abernathy, uno de los actores del film, el director tenía “un ojo completamente rojo, como el de Terminator”. Sí, así de intensa fue la escena.

La filmación en ese momento se encontraba en una etapa tranquila: se grababan las tomas en el presente, cuando el equipo del barco Akadémik Mstislav Kéldysh busca el famoso “Corazón del Océano” en las profundidades del Atlántico. Pero la calma duró poco y la historia detrás de cámaras se volvió tan surreal como si James Cameron la hubiera escrito para otra secuela de Avatar.

Aunque nunca se supo quién fue el bromista (o criminal) detrás de este inesperado “viaje”, el episodio quedó grabado como uno de los más extraños en la historia de un rodaje de Hollywood. Por suerte, todo quedó en un susto con sabor a almeja… y alucinaciones.