Este 5 de septiembre, Freddie Mercury habría soplado 79 velas, y aunque ya no esté físicamente, su voz sigue siendo tan poderosa que atraviesa generaciones enteras.
El mítico líder de Queen no solo dejó himnos inmortales como Bohemian Rhapsody, We Are The Champions o Don’t Stop Me Now, también nos regaló una última joya cargada de emoción: Mother Love.
La canción, incluida en el álbum póstumo Made in Heaven (1995), fue grabada en 1991 cuando la salud de Freddie ya estaba muy deteriorada. Pese a ello, pidió a Brian May que siguieran componiendo hasta el final: “Escríbeme más canciones, grabaré todo lo que pueda”, le dijo.
El resultado fue un tema que suena a despedida, donde Freddie canta sobre volver a la calidez del hogar y al refugio materno. Su voz, aunque frágil, transmite una fuerza emocional tan brutal que estremece a cualquiera que la escuche.
Hoy, mientras millones de fans lo celebran alrededor del mundo, Mother Love se siente como esa carta final que Freddie dejó al universo: un recordatorio de que incluso en la vulnerabilidad más profunda, su talento y su magia brillaban más que nunca.
Freddie cumpliría 79, pero la verdad es que nunca se fue: sigue cantando en cada estadio, en cada playlist y en cada corazón que se enciende al escuchar su voz.