El icónico riff de apertura de Guns N’ Roses, que hoy todos reconocen al instante, surgió de manera totalmente espontánea. Slash confesó que ni él sabía qué hacer con él en ese momento, pero que inspiró todo el resto de la canción.
Eso sí, tocarlo en vivo no siempre fue fácil: “Éramos como los Motörhead del Sunset Strip, así que tocar baladas no nos cuadraba. La primera vez que la interpretamos en un concierto de Ted Nugent pensé…”, bromeó Slash recordando lo incómodo que era mantener la precisión mientras disfrutaba de unos tragos antes del show.
Muchos de los solos más memorables de la banda, como los de November Rain o Welcome to the Jungle, no estaban planeados, sino que surgieron de manera espontánea sobre los cambios de acordes. Esa libertad y visceralidad al tocar ayudó a definir el sonido único de Guns N’ Roses.
Slash también habló sobre su salida del grupo en 1996 y su regreso en 2016: “Sin la presión de los 90, nos llevamos de maravilla. Disfrutamos tocando juntos y somos un gran equipo de guitarras”.