Gracias por tanto, Diane Keaton: humor, ternura y un legado sin guion final


El cine de Hollywood pierde a una de sus figuras más encantadoras: Diane Keaton falleció este sábado en California a los 79 años, según confirmó su familia a la revista People.

Aunque se desconocen las causas del deceso, lo cierto es que su legado brillará por siempre en la gran pantalla.

Con su elegancia excéntrica, su voz inconfundible y ese sentido del humor tan peculiar, Keaton conquistó al público desde su debut en Amantes y otros extraños (1970). Su gran salto llegó pocos años después, cuando interpretó a Kay Adams en El Padrino, papel que la inmortalizó como la mujer que amaba —y sufría— a Michael Corleone.

Pero fue en 1977 cuando Diane se convirtió en un ícono gracias a Annie Hall, dirigida por Woody Allen, donde su mezcla de vulnerabilidad y encanto le valió el Oscar a Mejor Actriz. Desde entonces, su sombrero, su chaleco y su estilo desenfadado marcaron una época y definieron la elegancia con personalidad.

A lo largo de su carrera, brilló tanto en dramas como en comedias románticas que hoy siguen siendo favoritas del público: Manhattan, El club de las primeras esposas o Cuando menos te lo esperas son solo algunos de los títulos que nos recuerdan su magia.

Más allá de los reflectores, Diane fue una amante del arte, la arquitectura y la vida sencilla, siempre fiel a sí misma. Su espontaneidad, su risa contagiosa y su visión fresca del mundo la convirtieron en una de las actrices más queridas y admiradas del cine estadounidense.

Hoy, el cine despide a Diane Keaton, pero su espíritu sigue vivo en cada diálogo ingenioso, cada sonrisa tímida y cada atuendo que rompió moldes.
Porque, como ella misma dijo alguna vez: “Ser diferente no es un problema, es un privilegio.”

The post Gracias por tanto, Diane Keaton: humor, ternura y un legado sin guion final appeared first on Globo 989.