El reciente y trágico accidente ocurrido el 10 de febrero en el puente Belice ha marcado un antes y un después en la historia de la seguridad vial en Guatemala.
Con la muerte de varias personas y otras heridas gravemente, el presidente Bernardo Arévalo ha dado un paso crucial para proteger a las familias guatemaltecas: la implementación de un seguro obligatorio para todos los vehículos del país.
El gobierno de Guatemala, a través de un comunicado oficial, reconoció el grave problema que enfrentan las víctimas de accidentes de tránsito, que durante décadas no recibieron resarcimiento alguno.
En respuesta a este vacío legal y para evitar que más vidas se pierdan en las carreteras, Arévalo ordenó el cumplimiento inmediato de la Ley de Tránsito, que hasta ahora carecía de una reglamentación que obligara a los propietarios de vehículos a contar con un seguro de responsabilidad civil que cubriera a terceros y ocupantes.
El nuevo decreto, resultado de más de un año de intensos diálogos con sectores involucrados en la seguridad vial, pretende evitar que tragedias como la del puente Belice se repitan.
La falta de un seguro adecuado ha dejado a las víctimas desprotegidas, sin acceso a un apoyo real tras un accidente.
Esta medida busca cambiar esa realidad, obligando a los conductores a tomar conciencia de los riesgos y responsabilidades asociados al manejo de un vehículo.