¿Por qué las maras están reaccionando con más violencia? Esto advierte Gobernación


El Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, explicó durante una entrevista en La Red 106.1FM que el repunte de violencia homicida registrado en Guatemala responde a una dinámica de «acción y reacción» entre las fuerzas de seguridad y las estructuras criminales, particularmente las pandillas.

«Recordamos que toda acción tiene una reacción. La lógica que rige la naturaleza y la conducta humana», señaló Jiménez al analizar el incremento de homicidios que ha sido reconocido públicamente por el presidente Bernardo Arévalo y que las autoridades atribuyen principalmente a la actividad de pandillas.

Según el funcionario, un año de requisas y operativos que lograron desmantelar estructuras criminales y detener a numerosos sicarios, particularmente del Barrio 18, ha generado una reacción en estas organizaciones. «La reacción fundamentalmente no es contra la ciudadanía en general ni contra, por el momento afortunadamente, ni contra las fuerzas de seguridad, sino un reajuste de las propias estructuras de las pandillas», explicó.

Este reajuste, de acuerdo con el Ministro, se manifiesta en episodios de violencia interna entre los miembros de estas organizaciones: «Ellos utilizan la violencia entre ellos, por eso hay momentos en que vemos repuntes de cadáveres en sábanas o vemos también, aunque no ha sido mucho, el tema de personas descuartizadas».

Jiménez destacó que el gobierno reconoce esta realidad y la utiliza para planificar sus acciones. «Nosotros no podemos negar la realidad a la población y nos sirve precisamente para planificar», afirmó, añadiendo que el incremento de homicidios en el contexto de las pandillas ha llevado a una reestructuración de la estrategia operativa.

El funcionario enfatizó que el gobierno está afrontando el problema de maras y pandillas «con todas las herramientas que tenemos como estado, como gobierno», y anticipó que podrían recurrir a «herramientas extraordinarias que tienen que ver con el tema de reorientar presupuesto».

Un aspecto central de la estrategia gubernamental son las requisas en los centros penitenciarios, como la que se desarrollaba durante la entrevista en el Centro Preventivo de la zona 18. El Ministro justificó estas acciones explicando que «la coordinación de la mayoría de toda esta violencia que vemos surge de los centros penitenciarios».

Jiménez reconoció las limitaciones estructurales del sistema penitenciario guatemalteco, describiéndolo como «un ecosistema criminal» donde el Estado solo garantiza la seguridad perimetral pero carece de control efectivo en el interior. «El único mecanismo que tenemos son las requisas», admitió, señalando la necesidad de proyectos de renovación similares al implementado en «el antiguo infiernito».

El Ministro también vinculó el reciente repunte de violencia con acciones específicas tomadas por las autoridades: «Nosotros les destruimos el área de construcción que estaban haciendo en la cárcel, eso no se queda fácilmente tranquilo entre ellos, y estamos de nuevo nosotros accionando a la violencia que hay en las calles».

El funcionario reconoció que las requisas, aunque necesarias, no representan una solución definitiva al problema y enfatizó la necesidad de inversión en infraestructura penitenciaria, lamentando que en más de 30 años no se haya construido ninguna nueva cárcel en el país.