La alimentación juega un papel crucial en el bienestar general. Una dieta equilibrada no solo es esencial para la salud física, sino que también influye en el estado emocional y mental.
Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros proporciona los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del cuerpo.
Además, una alimentación equilibrada puede ayudar a prevenir enfermedades y mantener un peso saludable. La nutricionista Laura González explica: “Una dieta equilibrada aporta las vitaminas y minerales esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Comer alimentos nutritivos también mejora el estado de ánimo y la energía”.
El concepto de “mindful eating” o alimentación consciente implica prestar atención plena al proceso de comer, desde la elección de los alimentos hasta la experiencia de comer.
Esta práctica ayuda a desarrollar una relación más saludable con la comida, evitando el comer emocional y promoviendo una digestión adecuada. “Comer con atención ayuda a mejorar la digestión y a reducir el estrés relacionado con la alimentación,” señala González.
Consejos para practicar Mindful Eating
Para practicar la alimentación consciente, es recomendable comer sin distracciones, masticar lentamente y saborear cada bocado.
Prestar atención a las señales de hambre y saciedad también es clave para evitar comer en exceso y promover una relación saludable con la comida.