La sexualidad no tiene fecha de caducidad, y cumplir 25, 30 o más no significa que el disfrute tenga que disminuir. Al contrario: con la experiencia, la comunicación y un poco de creatividad, puedes redescubrir nuevas formas de placer.
Algunos enfoques que podés explorar:
Conocerte mejor a través de la autoexploración y entender qué te gusta realmente.
Comunicación abierta con tu pareja: hablar de fantasías y deseos puede ser más liberador de lo que pensás.
Juegos y accesorios que aumenten la complicidad y la diversión.
Incorporar la salud sexual como prioridad: revisiones médicas, higiene y cuidado personal para sentirte segura y confiada.
Mensaje clave: la sexualidad es un camino de descubrimiento constante y no hay edad para disfrutarla plenamente.